Los trasplantes maxilofaciales se configuran como una de las técnicas más efectivas en los tratamientos de patologías graves de trastornos temporomandibulares (TTM), según se ha puesto de manifiesto en el XXI Congreso de la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial de Valladolid.
En concreto, Eduardo Rodríguez, jefe de la División de Cirugía Plástica y Reconstructiva del Adams Cowley Shock Trauma Center, de la Universidad de Maryland, y uno de los mayores expertos mundiales en reconstrucción facial, ha afirmado que esta técnica se demuestra efectiva “en casos de tratamiento en patologías graves como pueden ser las ocasionadas por accidentes de tráficos o agresiones, que suponen la deformación de la cara”. Rodríguez señaló, respecto a este tipo de trasplantes, que “es una técnica factible; las medicinas inmunosupresivas se van reduciendo gracias a la continua investigación en este campo y los profesionales han de tener muy en cuenta el componente de células madre que contiene el hueso, ya que ayudan con el trasplante y evitan muchos riesgos de rechazo”.
Fernando Almeida, secretario de la Secom, ha insistido en la necesidad de contar con equipos multidisciplinares que integren a cirujanos maxilofaciales, odontólogos y psicólogos para abordar cualquier tipo de cirugía oral y maxilofacial, con el fin de solucionar los TTM y revertir los síntomas.
Almeida ha repasado el tratamiento de este tipo de trastorno según sus fases. En su fase leve es de conservación, evitando la cirugía y apostando por la fisioterapia, la medicación, la corrección de hábitos y el uso de férula de descarga nocturna. En fases más avanzadas el tratamiento consistiría en aplicar técnicas más novedosas como la neurorreflejoterapia y la implantación superficial de material quirúrgico, grapas y punzones sobre terminaciones nerviosas de la piel, aunque sin abrirla. Esa estimulación desencadena un mecanismo neurológico que elimina el dolor, la contractura muscular y la inflamación.
Por otro lado, Rafael Martín-Granizo, presidente de la Secom, ha destacado que, según un estudio efectuado en la Universidad de Valparaíso (Chile) y publicado en la revista Avances en Odontoestomatología, el aumento de TTM se debe a la ansiedad y al estrés, provocado en buena medida por la actual crisis económica.
Según Martín-Granizo, el acto reflejo de apretar la mandíbula puede provocar un TTM y, con él, “la aparición de síntomas como dolor muscular, inflamación, cefaleas, otitis y lesiones dentales, entre otros”. De hecho, afirmó que “casi el 70 por ciento de la población sufre algún trastorno temporomandibular”. Se trata de una cifra que, en opinión de los cirujanos orales y maxilofaciales, ha aumentado debido al incremento del estrés en casi un 44 por ciento en los dos últimos años.
Martín-Granizo también ha señalado que nueve de cada diez casos de TTM corresponden a mujeres, detectándose una mayor prevalencia durante la adolescencia; esto es, de acuerdo con el estudio, en parte por alteraciones hormonales y la mayor tendencia de las mujeres a apretar la mandíbula en situaciones de crisis. Otro estudio en Clinical of Oral Investigations afirma que una de las causas identificadas de los TTM es el bruxismo; el estudio concluye que aquéllos que rechinan los dientes durante el día son quienes más trastornos psicológicos sufren.
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