Cuando sólo restauramos un diente. Es distinta si la hacemos en dientes del sector anterior, donde la estética es crucial, o si por el contrario restauramos un molar de la zona posterior, donde la función es lo más importante. La buena prótesis empieza con una colocación precisa e idónea del implante en las tres dimensiones del espacio.

Cuando restauramos varios dientes. No implica colocar un implante por diente a substituir, de hecho, a menudo es recomendable no sobrecargar la prótesis con muchos implantes, pues el ancho biológico entre implantes, y entre implantes y encía puede verse alterado, dificultando la resolución estética o incluso provocando inflamaciones y recesiones de la encía. Este tipo de prótesis también puede ser atornillada o cementada, según la conveniencia de cada situación.

Cuando restauramos todos los dientes de una arcada. Puede ser de tan sólo los dientes que faltan (prótesis fija total implantosoportado) , de los dientes y encía que falta (prótesis híbrida) o bien de los dientes, encía que falta y además dando un volumen labial importante para soportar la posición de los labios en relación al resto de estructuras faciales. Esta prótesis, que suele ser voluminosa, se llama sobredentadura.