El prognatismo mandibular consiste en una deformación de la mandíbula, provocando un desalieamiento entre los maxilares. El prognatismo puede tener causas hereditarias. Un ejemplo de ello fue, dentro de la dinastía de los Habsburgo, la Casa de Austria, que reinaron en España durante los siglos XVI y XVII. Debido a la endogamia, que era bastante común en las casas reales de aquella época, en sucesivos reyes españoles de la casa de Austria y sus descendientes presentaban prognatismo.
Pero aunque una de las causas principales de esta patología es la hereditaria, también puede aparecer en la infancia, cuando las muelas de leche se pierden prematuramente, lo cual provoca desplazamientos mandibulares que no se corregirán, y por lo tanto, aparecerá el prognatismo.
En cuanto a las consecuencias derivadas del prognatismo mandibular, las podemos dividir en dos:
- Estéticas: Vivimos en una sociedad en la que la función social del rostro es fundamental. Por lo tanto además de las consecuencias físicas que tiene el prognatismo, las consecuencias psicológicas también pueden ser muy importantes, ya que es muy habitual que los pacientes que presentan prognatismo no estén contentos con la apariencia de su rostro, y en consecuencia eso afecte a sus relaciones sociales.
- Mordida defectuosa: las personas que tienen prognatismo, al tener desalineados los maxilares, presentan una mordida defectuosa, y varias de las consecuencias de tener una mordida defectuosa son: una masticación incorrecta, que además tiene como consecuencia complicaciones gastrointestinales, ya que la primera fase de la digestión de los alimentos comienza en la boca con la masticación, por lo que si la masticación no se realiza correctamente aparecen dichos problemas. Además de la masticación incorrecta, una mordida defectuosa también puede provocar el desgaste desigual de las piezas dentales, con los problemas derivados que ello también conlleva.
En cuanto al abordaje del prognatismo, en la Clínica Birbe lo primero que realizamos es un diagnóstico del prognatismo, ya que dependiendo de cada situación se abordará de una manera u otra:
- Prognatismo dental: la desalineación de la mandíbula puede ser debida sólamente a causas dentales, por lo que en este caso el problema se solucionará con una ortodoncia.
- Prognatismo esquéletico leve: en este caso el prognatismo es de origen esquelético, pero el paciente tendrá unas proporciones faciales correctas, en los que los labios superior e inferior tienen una relación normal. En este caso el prognatismo se abordará con una ortodoncia esquelética, a través de placas y tornillos.
- Prognatismo esquelético severo: en este caso, la desalinación es muy prominente y el paciente quiere cambiar la proporción facial, por lo que habrá que abordar el problema mediante cirugía ortognática y ortodoncia.
En la Clínica Birbe, para un tratamiento de este tipo, estará desde el primer momento en manos del prestigioso cirujano maxilofacial Joan Birbe, un referente tanto a nivel nacional como internacional para este tipo de intervenciones, y con el cual tendrá contacto directo durante todo el proceso. El primer paso en estas situaciones es conocer las diferentes opciones de tratamiento que existen y elegir cuál es la mejor en cada situación, tanto desde el punto de vista de la ortodoncia como de la cirugía. Más adelante se realizará, el tratamiento, según el caso, y en cuanto al postoperatorio, en la Clínica Birbe lo realizamos mediante un tratamiento facial con una máscara de crioterapia. Mediante la aplicación de esta máscara, estamos básicamente aplicando frío a la zona en la que se ha realizado la intervención, minimizando así la aparición de hematomas faciales. Además del tratamiento con la máscara de crioterapia se realizarán ejercicios de fisioterapia craneal, para conseguir recuperar la movilidad de la zona lo antes posible. Todo esto acompañado también de recomendaciones nutricionales durante el postoperatorio.