¿Quién necesita cirugía ortognática?

La cirugía ortognática, también conocida como cirugía ortofacial o cirugía correctiva de mandíbula, se recomienda para personas que tienen irregularidades significativas en la mandíbula que no se pueden corregir solo con ortodoncia. Cuando la causa de una maloclusión es una mala posición de las mandíbulas, se denomina maloclusión esquelética y, por lo general, se necesita una cirugía ortognática para corregirla de manera estable.

Este tipo de cirugía tiene como objetivo solucionar problemas relacionados con la alineación de la mandíbula, la función de la mordida y la estética facial. Las personas que podrían necesitar cirugía ortognática suelen presentar los siguientes problemas:

1. Maloclusión (mordida incorrecta)

– Sobremordida o submordida grave
– Mordida abierta: cuando los dientes superiores e inferiores no se tocan con la boca cerrada, lo que provoca dificultades para masticar.
– Mordida cruzada: cuando algunos dientes superiores se asientan dentro de los dientes inferiores, lo que causa una desalineación de la mandíbula y desgaste de los dientes.
– Mordida asimétrica: cuando la mandíbula es desigual, lo que se traduce en un desequilibrio facial y problemas de función.

2. Desalineación de la mandíbula

– Discrepancias en el crecimiento de la mandíbula y el maxilar superior: cuando ambos crecen a ritmos diferentes, lo que genera problemas funcionales o estéticos.
– Asimetría facial: cuando un lado de la cara parece notablemente diferente del otro debido a una desalineación de la mandíbula o a anomalías en su crecimiento.

3. Apnea del sueño

En casos de apnea obstructiva del sueño (AOS), el reposicionamiento de las mandíbulas puede ayudar a abrir las vías respiratorias y reducir los problemas respiratorios durante el sueño.

4. Dificultad para masticar, tragar o hablar

Los problemas graves de alineación de la mandíbula pueden dificultar o hacer dolorosas funciones básicas como masticar, tragar o hablar.

5. Dolor crónico de mandíbula o trastornos de la ATM

Se puede recomendar la cirugía ortognática para corregir problemas estructurales que contribuyen a los trastornos de la articulación temporomandibular (ATM) o al dolor crónico en la mandíbula.

6. Traumatismo facial o defectos de nacimiento

– Las personas que han sufrido un traumatismo o tienen afecciones congénitas, como paladar hendido o síndromes craneofaciales, pueden necesitar cirugía para recuperar la función y la estética adecuadas.

7. Preocupaciones estéticas

Algunos pacientes buscan una cirugía ortognática por razones puramente estéticas para mejorar la apariencia de su rostro o mandíbula.
La cirugía ortognática implica un esfuerzo colaborativo entre un ortodoncista y el Dr. Birbe, a menudo precedido o seguido de aparatos ortopédicos para asegurar la alineación adecuada de los dientes y las mandíbulas.

¿Existe una edad determinada para la cirugía ortognática?

Sí. En general, existe un rango de edad recomendado para la cirugía ortognática (correctiva de mandíbula), pero el momento exacto depende de varios factores, en particular del crecimiento y el desarrollo del individuo.

La clave es determinar si la dirección de crecimiento de los maxilares es la misma que la del rostro. Cuando los movimientos de la cirugía ortognática son los mismos que la dirección de crecimiento del rostro, es posible realizar la cirugía ortognática a una edad temprana, tan pronto como hayan erupcionado los segundos molares, generalmente alrededor de los 12-13 años. Ese sería el caso, por ejemplo, de un paciente que necesita un avance de la mandíbula superior o inferior.
Cuando los movimientos de la cirugía ortognática son opuestos a los movimientos de crecimiento facial (por ejemplo, cuando se necesita un retroceso mandibular), se recomienda esperar hasta que se complete el crecimiento de la mandíbula para garantizar que los resultados de la cirugía sean estables.

Pautas de edad

De adolescentes a adultos jóvenes (17-21 años para hombres, 15-18 años para mujeres):
El momento ideal para la cirugía ortognática es normalmente una vez que la mandíbula se ha desarrollado completamente, lo que generalmente ocurre al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta.

En las mujeres suelen dejar de crecer antes (alrededor de los 15-18 años), mientras que en los hombres puede seguir creciendo un poco más (alrededor de los 17-21 años).

Realizar la cirugía antes de que se complete el crecimiento puede provocar que las mandíbulas se desplacen nuevamente a medida que el paciente continúa creciendo, lo que lleva a la necesidad de cirugías adicionales.

– Cirugía temprana en casos especiales
En casos de problemas funcionales graves en la infancia, la cirugía ortognática puede realizarse a una edad más temprana si el paciente presenta problemas funcionales de consideración que afectan significativamente a la respiración, la alimentación o el habla, como en algunos síndromes craneofaciales o afecciones congénitas graves.

En tales casos, la cirugía puede ser por etapas, con procedimientos de seguimiento en la edad adulta una vez que se complete el crecimiento.

– Adultos entre 20 y 30 años
La cirugía ortognática también se puede realizar en adultos, y muchas personas se someten a la cirugía cuando tienen entre 20 y 30 años o incluso más.

Los resultados son generalmente estables en adultos porque las mandíbulas ya no crecen, pero puede haber un tiempo de recuperación más largo en comparación con los pacientes más jóvenes.

– Adultos a partir de 40 años
Si bien es menos común, los adultos mayores también pueden someterse a una cirugía ortognática si es necesario, aunque pueden tener un ligero riesgo de mayores complicaciones y un tiempo de recuperación más largo. El trabajo de ortodoncia previo a la cirugía también puede ser más desafiante para ellos debido a su estructura ósea menos flexible.

Los pacientes que necesitan corrección de la mandíbula para el tratamiento de la apnea del sueño, generalmente se encuentran en este grupo de edad.

Así pues, la cirugía se recomienda generalmente después de que el crecimiento de la mandíbula esté completo (al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta), a menos que la dirección de la corrección sea la misma que el crecimiento facial. Sin embargo, se puede realizar más adelante según la condición y las necesidades de la persona. Los ortodoncistas y cirujanos a menudo utilizan evaluaciones del crecimiento, como radiografías, para determinar el mejor momento para la cirugía.

¿Cómo es la planificación de una cirugía ortognática?

La planificación de una cirugía ortognática (correctiva de mandíbula) es un proceso detallado y colaborativo que implica varios pasos, a menudo con la participación de un ortodoncista, el Dr. Birbe y, en ocasiones, otros especialistas. El objetivo es garantizar que la cirugía no solo corrija los problemas funcionales y estéticos de la mandíbula, sino que también alinee los dientes y mejore la mordida general del paciente.

A continuación, se incluye una descripción general de los pasos típicos involucrados en la planificación de una cirugía ortognática:

1. Consulta inicial

Inicio del proceso. Generalmente comienza con una consulta con un ortodoncista y un cirujano. Ellos evaluarán la mordida, la simetría facial y la alineación general de la mandíbula.
Objetivos del paciente. Hablará sobre cualquier problema funcional (por ejemplo, dificultad para masticar, hablar o respirar) y las preocupaciones estéticas que tenga con su mandíbula o su apariencia facial.
Historial médico. El cirujano revisará su historial para evaluar si es un buen candidato para la cirugía.

2. Tratamiento de ortodoncia prequirúrgico

Brackets (normalmente de 12 a 18 meses): la mayoría de los pacientes necesitarán usarlos entre 8 y 12 meses antes de la cirugía. El ortodoncista enderezará los dientes y los colocará de forma que se garantice la mejor alineación posible después de la cirugía.
Alineación para la cirugía: los dientes se alinean de una forma que puede empeorar temporalmente la mordida, ya que el objetivo es prepararlos para que encajen correctamente después de reposicionar la mandíbula.
Protocolo de cirugía primero: en algunos casos, la cirugía se puede realizar antes de la ortodoncia, ya que la situación resultante es favorable para dicho enfoque. Determinaremos si ese es el caso en su consulta inicial.

3. Imágenes y pruebas de diagnóstico

Radiografías, tomografías computarizadas y fotografías: se toman imágenes detalladas para evaluar la posición y la alineación de los dientes y las mandíbulas. Esto generalmente incluye radiografías panorámicas, tomografías computarizadas 3D y fotografías faciales desde varios ángulos.
Impresiones dentales o escaneos 3D: se toman impresiones de sus dientes (o escaneos digitales) para crear modelos de su mordida, lo que ayuda a planificar la cirugía.
Análisis cefalométrico: utilizamos radiografías cefalométricas, que son imágenes laterales de la cabeza, para medir los ángulos de la mandíbula y evaluar las relaciones esqueléticas. Esto ayuda a guiar el enfoque quirúrgico.

4. Simulación quirúrgica

Planificación quirúrgica virtual (VSP): en todos nuestros casos, utilizamos una planificación virtual asistida por computadora para simular la cirugía antes de que suceda. Al utilizar modelos 3D de las mandíbulas y los dientes del paciente, podemos reposicionar digitalmente las mandíbulas, determinar los movimientos exactos necesarios y predecir los resultados posquirúrgicos.
Cirugía simulada: a veces, utilizamos modelos impresos en 3D de las mandíbulas del paciente para realizar una cirugía “simulada” con anticipación. Esto ayuda a garantizar el resultado más preciso y predecible.

5. Planificación quirúrgica

Guías quirúrgicas: según la planificación virtual o la cirugía simulada, el cirujano puede crear férulas o guías quirúrgicas personalizadas que ayuden a garantizar cortes óseos precisos y la posición de la mandíbula durante la cirugía.
Aporte multidisciplinario: el cirujano trabajará en estrecha colaboración con el ortodoncista para garantizar que los dientes y las mandíbulas se alineen correctamente después de la cirugía, y puede consultar con otros especialistas (por ejemplo, logopedas o expertos en sueño) si el caso involucra problemas específicos como apnea del sueño o dificultades en el habla.

6. Reunión prequirúrgica

Preparaciones finales: a medida que se acerca la cirugía, habrá una consulta final con el cirujano para confirmar el plan y repasar los detalles de último momento. También se hablará sobre los cuidados posquirúrgicos, las expectativas de recuperación y los riesgos asociados con el procedimiento.
Autorización médica: si el paciente tiene alguna afección médica subyacente, es posible que necesite la autorización de un médico para asegurarse de que está en condiciones para la cirugía.

7. Procedimiento quirúrgico

– La cirugía en sí suele realizarse en un hospital o centro quirúrgico y puede durar entre 1 y 3 horas, según la complejidad del caso. Se realiza bajo anestesia general.
– Tipos comunes de procedimientos:
Osteotomía Le Fort I: para cirugía de mandíbula superior (maxilar).
Osteotomía sagital bilateral dividida (BSSO): para cirugía de mandíbula inferior (mandíbula).
Genioplastia: cirugía para modificar el mentón, que a menudo se realiza junto con la cirugía de mandíbula.

8. Ortodoncia posquirúrgica

– Brackets después de la cirugía: suelen mantenerse entre 6 y 12 meses adicionales para afinar la alineación de los dientes.
– Ajustes finales: el ortodoncista los realizará para garantizar que la mordida sea perfecta, con pequeños retoques en los dientes según sea necesario.

9. Seguimiento y recuperación

Seguimiento posquirúrgico: habrá visitas de seguimiento periódicas con el cirujano y el ortodoncista para controlar la curación y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.
Fisioterapia: se recomienda en algunos casos para ayudar a recuperar la función completa de la mandíbula.
Restricciones dietéticas y de actividad: es probable que se siga una dieta blanda o líquida inmediatamente después de la cirugía y se vuelva gradualmente a la alimentación normal. Los niveles de actividad también se restringirán durante el período de recuperación para garantizar una curación adecuada.

10. Monitoreo a largo plazo

– Después de que se retiran los aparatos ortopédicos, generalmente se utilizan retenedores para mantener la nueva alineación de los dientes. Los controles periódicos, tanto con el ortodoncista como con el cirujano, pueden continuar durante algún tiempo para garantizar que todo permanezca estable.
El proceso de planificación es minucioso para asegurar que el resultado quirúrgico aborde tanto las preocupaciones funcionales como estéticas, y que los resultados sean duraderos y estables.

¿Cuáles son los riesgos y complicaciones asociados a la cirugía ortognática?

La cirugía ortognática, como cualquier procedimiento quirúrgico importante, conlleva ciertos riesgos y posibles complicaciones. Si bien la mayoría de los pacientes obtienen resultados exitosos, es importante conocer los que puede haber a corto y largo plazo. Estas complicaciones pueden variar de leves a más graves, y las analizaremos con el paciente durante el proceso de planificación.
A continuación, se detallan los principales riesgos y complicaciones asociados a la cirugía ortognática:

1. Infección

Riesgo: la infección en el sitio quirúrgico es un riesgo común en cualquier cirugía. En la ortognática, esto puede ocurrir alrededor de las incisiones dentro de la boca o en los segmentos óseos.
Manejo: las infecciones generalmente se tratan con antibióticos, pero los casos graves pueden requerir una intervención quirúrgica adicional para drenar las áreas infectadas.

2. Daño y entumecimiento de los nervios

Riesgo: una de las complicaciones más comunes es el daño temporal o permanente de los nervios, en particular en el nervio alveolar inferior, que afecta a la sensibilidad en el labio inferior, en el mentón y, a veces, en las encías.
Síntomas: entumecimiento, hormigueo o alteración de la sensibilidad en los labios, el mentón, las mejillas o la lengua.
Resultado: el daño a los nervios suele ser temporal y se resuelve en semanas o meses. Sin embargo, en algunos casos poco frecuentes, el entumecimiento puede ser permanente, especialmente en la mandíbula inferior.

3. Recaída (desplazamiento de la mandíbula hacia atrás)

Riesgo: la recaída posquirúrgica se produce cuando las mandíbulas vuelven a su posición original después de la cirugía. Esto es más probable si se han movido significativamente durante la cirugía.
Tratamiento: en ocasiones, la recaída se puede corregir con un tratamiento de ortodoncia posquirúrgico, pero en casos graves puede ser necesaria una cirugía adicional.

4. Problemas con la alineación de la mordida

Riesgo: después de la cirugía, los dientes pueden no alinearse perfectamente, lo que da como resultado problemas con la mordida (maloclusión) o dificultad para masticar.
Tratamiento: a menudo se necesitan aparatos ortopédicos u otros ajustes de ortodoncia después de la cirugía para afinar la mordida. En casos poco frecuentes, puede precisarse una cirugía adicional si la mordida no es correcta.

5. Problemas en la articulación mandibular (trastornos de la ATM)

Riesgo: después de la cirugía pueden aparecer o empeorar problemas en la articulación temporomandibular (ATM), como dolor, chasquidos o dificultad para mover la mandíbula. La articulación puede sufrir tensión durante el reposicionamiento de las mandíbulas.
Tratamiento: los problemas de la ATM suelen tratarse con fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios u otros tratamientos no quirúrgicos, aunque en casos graves puede ser necesaria la cirugía.

6. Dificultad para la cicatrización

Riesgo: algunos pacientes pueden experimentar una cicatrización ósea retrasada o deficiente (falta de unión o unión defectuosa), en la que los huesos no cicatrizan correctamente o no se alinean como se esperaba.
Tratamiento: si la cicatrización se retrasa, el cirujano puede recomendar tratamientos adicionales, como injertos óseos, más cirugía o el uso prolongado de aparatos de ortodoncia.

7. Sangrado y coágulos de sangre

Riesgo: el sangrado es una parte natural de la cirugía, pero en casos raros, puede ocurrir un sangrado excesivo o el desarrollo de coágulos de sangre (trombosis), particularmente en las piernas o los pulmones (trombosis venosa profunda o embolia pulmonar).
– Manejo: tomamos medidas para minimizar el sangrado durante la cirugía, y el cuidado posoperatorio incluye el control de los signos de coagulación.

8. Cambios en la apariencia facial

Riesgo: la cirugía ortognática puede provocar cambios significativos en la apariencia facial que a menudo es uno de los objetivos. Sin embargo, en algunos casos, los pacientes pueden no estar contentos con el aspecto de su rostro después de la cirugía.
Manejo: una planificación prequirúrgica minuciosa, que incluye simulaciones por computadora, ayuda a los pacientes a comprender los posibles cambios. Si persisten las preocupaciones estéticas, una cirugía estética adicional puede ser una opción.

9. Hinchazón y hematomas

Riesgo: la hinchazón y los hematomas son normales después de la cirugía ortognática y pueden durar varias semanas.
Tratamiento: la hinchazón suele alcanzar su punto máximo unos días después de la cirugía y luego disminuye gradualmente. Las compresas de hielo, mantener la cabeza elevada y los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a controlarla.

10. Dolor posquirúrgico

Riesgo: se espera un dolor de moderado a intenso después de la cirugía, aunque generalmente disminuye con el tiempo.
Manejo: el dolor se controla con analgésicos recetados inmediatamente después de la cirugía y los pacientes generalmente pasan a analgésicos de venta libre después de unos días o semanas.

11. Problemas sinusales

Riesgo: en la cirugía de mandíbula superior (osteotomía maxilar), existe el riesgo de desarrollar complicaciones sinusales, como infecciones sinusales o congestión crónica.
Manejo: estos problemas suelen ser temporales, pero en algunos casos puede ser necesario un tratamiento médico o quirúrgico adicional para abordar los problemas sinusales persistentes.

12. Dificultades para hablar y comer

Riesgo: es común que se altere temporalmente el habla o haya dificultad para comer a medida que la boca y la mandíbula se adaptan después de la cirugía.
Manejo: el habla puede verse afectada durante la recuperación, pero la mayoría de las personas vuelven a la normalidad después de la curación. En los casos en que persisten los problemas del habla, la terapia del habla puede ayudar. Por lo general, se necesitan ajustes en la alimentación, como una dieta líquida o blanda, durante varias semanas después de la cirugía.

13. Cicatrices

Riesgo: dado que la mayoría de las incisiones se realizan dentro de la boca, las cicatrices visibles son poco frecuentes, pero aún así pueden quedar algunas cicatrices internas que afecten la curación.
Manejo: un buen cuidado posoperatorio y seguir nuestras pautas pueden ayudar a reducir el riesgo de cicatrices problemáticas.

14. Riesgos relacionados con la anestesia

Riesgo: como con cualquier cirugía, existen riesgos asociados a la anestesia general, como reacciones alérgicas o complicaciones con la respiración o la función cardíaca.
Manejo: la anestesia es generalmente segura y el anestesiólogo la supervisará de cerca durante todo el procedimiento para minimizar los riesgos.

15. Impacto psicológico

Riesgo: someterse a una cirugía mayor, especialmente una que afecte la apariencia facial, puede tener efectos psicológicos. Algunos pacientes pueden sufrir ansiedad, depresión o problemas de imagen corporal después de la cirugía.
Manejo: es importante que los pacientes cuenten con sistemas de apoyo y comuniquen cualquier inquietud psicológica a sus proveedores de atención médica. El asesoramiento o los grupos de apoyo pueden ser útiles durante el proceso de recuperación.

Conclusión

Si bien la mayoría de los pacientes obtienen resultados satisfactorios con la cirugía ortognática, estos riesgos resaltan la importancia de una planificación preoperatoria minuciosa, de trabajar con un equipo quirúrgico experimentado y de seguir cuidadosamente las instrucciones de cuidados posoperatorios. Le brindaremos información detallada específica para su caso y tomaremos medidas para minimizar estos riesgos.

¿Es necesario un tratamiento de ortodoncia antes de una cirugía ortognática?

No, no siempre es necesario un tratamiento de ortodoncia antes de una cirugía ortognática, pero suele ser necesario en la mayoría de los casos para lograr resultados óptimos. El tratamiento de ortodoncia (frenos o alineadores transparentes) ayuda a alinear los dientes y preparar la mordida para la cirugía. A continuación, se detallan los motivos por los que se suele recomendar:

1. Alineación de los dientes

Antes de la cirugía, el tratamiento de ortodoncia garantiza que los dientes estén correctamente alineados dentro de cada arcada dental (maxilar superior e inferior). Este paso es crucial porque la cirugía ortognática se centra principalmente en corregir la posición de los maxilares, no de los dientes en sí.

2. Asegurar una mordida adecuada después de la cirugía

Si los dientes no están correctamente alineados antes de la cirugía, es posible que la mordida final no encaje correctamente después de que se reposicionen los maxilares. La ortodoncia prequirúrgica garantiza que, tras la cirugía, los dientes se junten de una manera que garantice una mordida funcional.

3. Casos complejos

En casos de maloclusiones graves (desalineación de los dientes) o discrepancias esqueléticas, se necesita tanto un tratamiento de ortodoncia como una cirugía para corregir la relación entre los dientes y las mandíbulas. El ortodoncista y el cirujano trabajan juntos para planificar el tratamiento.

Cuándo no es necesaria la ortodoncia:

Discrepancias mandibulares leves: en casos en los que solo se necesita una realineación de las mandíbulas sin un movimiento significativo de los dientes, se puede realizar una cirugía sin tratamiento de ortodoncia previo.
Enfoque de cirugía primero: algunos pacientes pueden ser candidatos para el enfoque de “cirugía primero”, en el que primero se realiza la cirugía y luego el tratamiento de ortodoncia. Este método es menos común y requiere condiciones específicas.
En resumen, si bien el tratamiento de ortodoncia suele ser necesario antes de la cirugía ortognática para alinear los dientes correctamente, existen excepciones según la naturaleza de la mandíbula o los problemas de mordida.

¿Cuáles son los diferentes tipos de cirugías ortognáticas?

La cirugía ortognática implica la corrección de anomalías en la mandíbula y los huesos faciales para mejorar la función, la apariencia y la alineación de la mordida. Existen varios tipos de cirugías ortognáticas, cada una dirigida a diferentes áreas de la mandíbula y la cara. A continuación, se incluye una descripción general de los tipos más comunes:

1. Osteotomía sagital bilateral dividida (BSSO)

Propósito: uno de los tipos de cirugía más comunes para reposicionar la mandíbula inferior.
Procedimiento: en esta cirugía, la mandíbula inferior se divide en dos partes a cada lado, lo que le permite moverse hacia adelante o hacia atrás según sea necesario. Se puede utilizar tanto para sobremordidas como para submordidas.
Afecciones tratadas:
– Submordida o sobremordida
– Asimetría de mandíbula

2. Genioplastia (cirugía de mentón)

Propósito: alterar la forma, el tamaño o la posición del mentón. A menudo se realiza junto con otras cirugías de mandíbula por razones estéticas o funcionales.
– Procedimiento: se corta el hueso del mentón y se reposiciona o remodela para mejorar el equilibrio y la armonía facial.
– Afecciones tratadas:
– Mentón hundido (deficiencia de mentón)
– Mentón prominente (exceso de mentón)
– Asimetría del mentón

3. Osteotomía de Le Fort (cirugía maxilar)

Propósito: esta cirugía se utiliza para corregir problemas en la mandíbula superior y existen diferentes tipos según la gravedad y la ubicación del problema:
Le Fort I: es la más común, se utiliza para reposicionar toda la mandíbula superior.
Le Fort II y III: cirugías raras y más complejas para corregir problemas de la zona media del rostro, como traumatismos graves o deformidades congénitas.
Procedimiento: Se separa el maxilar de la base del cráneo y se reposiciona para lograr una mejor alineación con la mandíbula inferior y otras estructuras faciales.
Afecciones tratadas:
– Retrusión grave de la zona media del rostro
– Mordida abierta
– Mordida cruzada

4. Osteotomía segmentaria

Propósito: corrige una sección o segmento de la mandíbula en lugar de toda la mandíbula. A menudo se realiza para problemas menores de mandíbula o partes específicas de la mordida.
Procedimiento: se corta y reposiciona una sección de la mandíbula, que puede ser parte del maxilar superior o la mandíbula.
Afecciones tratadas:
– Problemas dentales o de mandíbula localizados
– Deformidades menores que afectan a ciertos dientes

5. Cirugía de mandíbula doble (osteotomía bimaxilar)

Objetivo: implica una cirugía simultánea en las mandíbulas superior e inferior para corregir problemas faciales o de mordida más complejos.
Procedimiento: se reposicionan tanto el maxilar superior como la mandíbula durante una cirugía, generalmente para tratar casos graves de desalineación o asimetría.
Afecciones tratadas:
– Mordida cruzada, sobremordida o mordida abierta graves
– Asimetría de mandíbula o desequilibrio facial
– Apnea obstructiva del sueño en algunos casos

6. Cirugía ortognática para la apnea del sueño

Objetivo: está diseñada para reposicionar la mandíbula y abrir la vía aérea, ayudando a los pacientes con apnea obstructiva del sueño (AOS) a respirar más fácilmente durante la noche.
Procedimiento: a menudo implica mover la mandíbula superior o inferior hacia adelante para agrandar la vía aérea.
Afecciones tratadas:
– Apnea obstructiva del sueño
– Obstrucciones de las vías aéreas

Conclusión

Cada tipo de cirugía ortognática se personaliza para abordar anomalías dentales o esqueléticas específicas y, en muchos casos, se realizan múltiples cirugías (por ejemplo, una cirugía de mandíbula doble) para lograr los mejores resultados funcionales y estéticos. Trabajamos juntos para decidir qué tipo es el más apropiado para la afección de cada paciente.

¿Quedan cicatrices después de una cirugía ortognática?

La cirugía ortognática generalmente deja cicatrices mínimas o nulas porque la mayoría de las incisiones se realizan dentro de la boca. A continuación, se ofrece una descripción más detallada de las cicatrices después de una cirugía ortognática:

1. Incisiones intraorales (dentro de la boca)

Método primario: la mayoría de las cirugías ortognáticas, incluidas las de mandíbula superior (osteotomía maxilar), mandíbula inferior (osteotomía mandibular) y cirugía de mentón (genioplastia), se realizan a través de incisiones dentro de la boca.
Resultado: dado que los cortes se realizan a lo largo de las encías, las cicatrices quedan ocultas dentro de la cavidad oral y no son visibles externamente. Estas cicatrices generalmente sanan bien y no se notan.

2. Curación y manejo de las cicatrices

Proceso de curación: el proceso de curación de las incisiones internas generalmente es rápido y causa una incomodidad mínima. Los puntos que se usan dentro de la boca son normalmente reabsorbibles.
Cuidados posoperatorios: recomendamos mantener una buena higiene bucal para promover la curación y evitar infecciones. Si se realizan incisiones externas, brindaremos al paciente instrucciones específicas para el cuidado de las cicatrices a fin de minimizarlas, como usar geles de silicona, evitar la exposición al sol o someterse a tratamientos con láser si es necesario.
Aspecto a largo plazo: con el tiempo, la mayoría de las cicatrices (ya sean internas o externas) se tornan tenues y pueden volverse casi invisibles.

Conclusión

En la gran mayoría de los casos, la cirugía ortognática no deja cicatrices visibles debido al uso de incisiones intraorales. Si se necesitan incisiones externas, las cicatrices suelen ser mínimas y se pueden controlar con el cuidado adecuado.

¿Qué sucede después de una cirugía ortognática?

Después de una cirugía ortognática, hay un período de recuperación que incluye varias etapas, cada una de las cuales requiere atención y cuidados específicos. El proceso posquirúrgico incluye generalmente curación, monitoreo y tratamientos de seguimiento para garantizar los mejores resultados. Esto es lo que el paciente puede esperar:

1. Posoperatorio inmediato (internación en el hospital)

Internación en el hospital: la mayoría de los pacientes permanecen en el hospital durante 1 o 2 días tras la cirugía, según la complejidad del procedimiento y su salud general.
Hinchazón y hematomas: es común que haya una hinchazón y hematomas faciales importantes, que pueden alcanzar su punto máximo entre 2 y 3 días después de la cirugía. Esto disminuye gradualmente durante los siguientes días.
Dolor y malestar: el dolor generalmente se controla con analgésicos recetados. La mayoría de los pacientes sienten malestar por hinchazón, tirantez o entumecimiento, especialmente alrededor de la mandíbula y la boca.
Entumecimiento: el entumecimiento en los labios, las mejillas y el mentón es común debido a la afectación de los nervios durante la cirugía. Puede durar semanas y, en algunos casos raros, ser duradero.
Respiración y alimentación: respirar por la nariz puede resultar difícil al principio debido a la hinchazón, especialmente en la cirugía de mandíbula superior. Probablemente, el paciente deberá seguir una dieta líquida durante la primera o segunda semana y, gradualmente, pasará a comer alimentos blandos.

2. Primeras semanas después de la cirugía (curación inicial)

Dieta: en las primeras semanas, los pacientes suelen seguir una dieta líquida (batidos, sopas) y progresar a una dieta blanda (puré de patatas, pasta blanda, huevos revueltos) a medida que se cura la mandíbula. Generalmente, no se permite masticar durante este período para proteger el sitio quirúrgico.
Reducción de la hinchazón y los hematomas: la hinchazón comenzará a disminuir después de la primera semana, pero puede persistir algo de hinchazón residual durante más tiempo. Las compresas frías y mantener la cabeza elevada ayudan a reducir la hinchazón.
Movilidad de la mandíbula: el movimiento de la mandíbula estará restringido, ya sea con bandas elásticas o con otros medios. Es posible que se introduzcan ejercicios de mandíbula graduales después de algunas semanas, según las instrucciones del cirujano.
Higiene bucal: la higiene bucal es muy importante para prevenir infecciones. Los pacientes usan un enjuague bucal especial y se cepillan los dientes con cuidado para evitar tocar el sitio quirúrgico.
Manejo del dolor: el dolor disminuye significativamente después de la primera semana, pero es posible que se necesiten analgésicos de venta libre a medida que se dejan de tomar analgésicos recetados.

3. Citas de seguimiento

Primer chequeo: generalmente se realiza una cita de seguimiento dentro de la primera semana para verificar el proceso de curación. Controlamos la hinchazón, la estabilidad de la mandíbula y la recuperación general.
Radiografías y evaluaciones: generalmente se toman radiografías para garantizar que los huesos se están curando en la posición correcta.
Ajustes de ortodoncia: si el tratamiento de ortodoncia (frenos o alineadores) ha sido parte del tratamiento, el paciente continuará viendo a su ortodoncista para realizar ajustes. Estos pueden comenzar dentro de las dos semanas posteriores a la cirugía.

4. Primeros meses después de la cirugía (recuperación y ajuste)

Regreso a la dieta normal: después de aproximadamente de 4 a 6 semanas, los pacientes generalmente pueden comenzar a comer más alimentos sólidos, pero los alimentos duros o crujientes aún pueden estar restringidos. Es posible que no se les permita masticar completamente durante varios meses.
Recuperación del entumecimiento y la sensibilidad: el entumecimiento seguirá mejorando, aunque puede llevar hasta un año que la sensibilidad vuelva por completo. Algunas áreas, especialmente alrededor de los labios o el mentón, pueden permanecer entumecidas de forma permanente en casos excepcionales.
Hinchazón: si bien la hinchazón importante se reduce después del primer mes, la hinchazón leve puede persistir hasta seis meses o un año, especialmente en las áreas de las mejillas o la mandíbula.

5. Etapas finales de la recuperación

Ejercicios de mandíbula: a medida que el paciente se recupera, le proporcionaremos ejercicios de mandíbula para mejorar la movilidad, la fuerza y ​​la flexibilidad de la mandíbula. Recomendamos fisioterapia para mejorar su recuperación.
Brackets o alineadores: si el paciente ha recibido un tratamiento de ortodoncia, continuará con brackets o alineadores durante varios meses después de la cirugía para ajustar la alineación de los dientes y la mordida. La mayoría de los pacientes usan brackets durante entre 6 y 12 meses después de la cirugía.
Cicatrización y curación ósea: cualquier incisión interna o externa continuará sanando y los huesos deberían sanar por completo en un plazo de 6 meses a un año. Es posible que se tomen radiografías para controlar la curación ósea.
Estabilización de la mordida: puede llevar algún tiempo que el paciente sienta la mordida normal a medida que los músculos y los huesos se ajustan a sus nuevas posiciones. Su ortodoncista afinará esto durante los meses posteriores a la cirugía.

6. Resultado a largo plazo

Apariencia: la mayoría de los pacientes ven los resultados estéticos completos de su cirugía después de 6 a 12 meses una vez que la hinchazón ha disminuido por completo.
Mejora de la función: con el tiempo, los pacientes experimentan una mejor alineación de la mordida, una mejor eficiencia de la masticación y, en ocasiones, una mejor respiración si la cirugía ha estado relacionada con afecciones como la apnea obstructiva del sueño.
Sensación nerviosa: si bien la mayoría de los entumecimientos se resuelven en unas pocas semanas, puede llevar hasta un año recuperar por completo la sensibilidad. En casos excepcionales, parte del entumecimiento puede ser permanente.
Resultados finales de ortodoncia: una vez acabado el tratamiento de ortodoncia, se quitarán los aparatos ortopédicos o alineadores y se usarán retenedores para mantener la nueva alineación de los dientes y las mandíbulas.

Conclusión

La recuperación después de una cirugía ortognática es un proceso gradual que implica tanto la curación como el cuidado de seguimiento. Las molestias iniciales, la hinchazón y la función limitada de la mandíbula mejoran durante las primeras semanas, pero la recuperación completa puede llevar varios meses o un año. Las citas de seguimiento con el Dr. Birbe y el ortodoncista son fundamentales para garantizar una recuperación sin problemas y los mejores resultados funcionales y estéticos.

¿Cuál sería el costo de la cirugía ortognática?

El costo de la cirugía ortognática puede variar ampliamente dependiendo de varios factores que incluyen la complejidad del procedimiento, la ubicación geográfica, los honorarios del cirujano y si el paciente tiene cobertura de seguro. A continuación, presentamos un desglose general de lo que puede esperar:

1. Costos promedio

Cirugía de una sola mandíbula: suele oscilar entre 8.000 y 11.000 euros. Esto incluye el costo de la cirugía en sí, la anestesia y los honorarios del hospital o centro quirúrgico.
Cirugía de dos mandíbulas: puede costar entre 11.000 y 16.000 euros o más. Esto se debe a que implica procedimientos quirúrgicos más complejos y tiempos de recuperación más prolongados.
Procedimientos adicionales: si se necesitan otros procedimientos, como cirugía de mentón (genioplastia) o cirugía correctiva para la articulación temporomandibular (ATM), los costos pueden aumentar.

2. Factores que afectan el costo

Experiencia del cirujano: Los cirujanos altamente experimentados o especializados pueden cobrar más debido a su experiencia.
Tarifas del hospital o centro: los costos pueden variar según el centro donde se realice la cirugía. Los centros quirúrgicos pueden tener diferentes estructuras de tarifas en comparación con los hospitales.
Atención pre y posquirúrgica: los gastos de consultas prequirúrgicas, imágenes (como radiografías), visitas de seguimiento posquirúrgicas y cualquier tratamiento de ortodoncia necesario pueden sumarse al costo total.
Cobertura del seguro: algunos planes de seguro médico pueden cubrir una parte del costo, en particular si la cirugía se considera médicamente necesaria (por ejemplo, para problemas graves de mordida que afecten a la función o provoquen dolor). La cobertura para mejoras estéticas puede ser limitada o excluida.

3. Opciones de pago

Planes de financiamiento: muchos centros quirúrgicos y consultorios dentales ofrecen opciones de financiamiento o planes de pago para ayudar a administrar el costo.
Cuentas de ahorro para gastos médicos (HSA) o cuentas de gastos flexibles (FSA): estas cuentas a veces se pueden usar para pagar los gastos quirúrgicos, según los detalles específicos del plan. Si se trata de seguros de reembolso, los aceptamos.

4. Costos adicionales

Ortodoncia: si el tratamiento de ortodoncia forma parte del plan del paciente, esto puede sumar varios miles de dólares al costo total.
Medicamentos: los medicamentos posoperatorios y cualquier tratamiento o terapia adicional (por ejemplo, fisioterapia para ejercicios de mandíbula) pueden aumentar los gastos.

Resumen

La cirugía ortognática es una inversión importante, con costos que varían entre 13.000 y 22.000 euros según la complejidad y la ubicación. La cobertura del seguro y las opciones de financiamiento pueden ayudar a controlar estos costos, y es importante analizar todos los gastos potenciales con su equipo quirúrgico y su proveedor de seguros para comprender claramente el compromiso financiero total.

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