Las fracturas maxilofaciales suelen ser el resultado de una caída o accidente ocurrido de forma espontánea donde nos podemos encontrar con la fractura directa donde el agente traumático ha actuado o la indirecta que se produce a una distancia del lugar del impacto y no tiene por qué estar fracturado.
Las zonas de la mandíbulas más sensibles a fracturarse son el ángulo mandibular, el cuello cóndilo, el orificio mentoniano o zonas en las que el paciente no tenga piezas dentales o tenga zonas más debilitadas. Por lo tanto, en función del tipo de fracturas nos encontramos con estos tipos:
- Cerradas / abiertas
- Simples / conminutas
- Desplazadas / no desplazadas
- Estables / inestables
- Trauma de partes blandas
- Trauma del esqueleto facial
Según los expertos en cirugía maxilofacial, uno de los mayores problemas de las fracturas de este tipo es que los fragmentos óseos se pueden desplacar y pueden estar relacionados con la intensidad y dirección del agente traumático. Y es que la fractura del maxilar superior o mandíbula altera la relación entre los dientes superiores e inferiores afectando la oclusión dentaria y provocando problemas como dificultad para masticar, dolor o problemas en la articulación temporomandibular por ejemplo si no se trata y estabiliza dicha fractura.
Por lo tanto, para tratar este tipo de problemas, es necesario confiar sólo en los mejores profesionales del sector para que no sóloconsigan los mejores resultados funcionales sino también estéticos. Cuando sucede este tipo de accidentes no se debe esperar para acudir a un médico maxilofacial ya que cuanto antes se valore y se trate la zona mejor soldarán los huesos, por lo que el primer objetivo es siempre reducir el desplazamiento óseo ocasionado porla fractura inmovilizando la zona para que el hueso se una de nuevo y somentiendo a una intervención maxilofacial en algunos casos en aquellos pacientes que presentan fracturas con complicaciones severas, trastornos de oclusión o unión retardía.
Para eso, se debe tratar y evaluar previamente la vía aérea del paciente por si hubiera alguna obstrucción, coágulos o edems; por otra parte controlar la hemorragia si hubiera, las lesiones de las partes blandas; las lesiones traumáticas asociadas (ocular, intracraneal, columa cervical…) y hacer una exhasutiva evaluación maxilofacial para ver la magnitud del traumatismo y sus posibles lesiones. El examen físico también se debe llevar a cabo medianta la inspección de las lesiones, posibles asimetrías faciales, palpación, respuesta oftalmológica, auditiva y oral.
Y como cada caso es único, en la Clínica Birbe contamos con la especialización de un completo equipo de profesionales que esutidarán cada caso de forma personalizada para establecer el mejor tratamiento y sólo así y junto con las últimas técnicas e instalaciones de última tecnología, poder obtener los mejores resultados.