La causa principal de las enfermedades, que derivan en una periodontitis o también conocida cómo piorrea, es una mala higiene dental junto con cierta predisposición genética. Por tanto, para evitar patologías como la gingivitis y/o periodontitis, es necesario realizar una constante y buena higiene tanto con el cepillo como con el hilo dental. Además, es muy importante que el paciente acuda a una clínica especializada para revisiones e higienes dentales periódicas, y así prevenir la aparición de este tipo de enfermedades o evitar que estas avancen si ya están presentes. 

Una vez identificada la enfermedad, el tratamiento dependerá de la fase en la que se encuentre esta patología. Una vez diagnosticada la enfermedad periodontal, el primer paso del tratamiento es realizar una limpieza de dientes y encías con una higiene  dental y unas sesiones de raspado o curetaje radicular. Al mes de terminar se re-evalua el estado bucal y el mantenimiento en casa. A veces con esta primera fase higiénica no es suficiente para controlar la patología periodontal, en estos casos debemos recurrir a la cirugía  de encías. Con ella podemos conseguir una limpieza mucho más profunda, la eliminación de las bolsas periodontales y si existe pérdida de hueso alveolar, podemos regenerar con injertos. 

El objetivo del tratamiento periodontal es evitar la pérdida de dientes por infección del hueso y encía que lo mantienen estable en boca.

Una vez finalizado el tratamiento, el paciente debe acudir a revisiones periódicas, la frecuencia es individual, para revisar el estado de encías y verificar si la eliminación de placa bacteriana en casa con la higiene oral diaria se realiza correctamente. 

Por supuesto, es muy importante para el éxito del tratamiento a medio largo plazo, seguir las indicaciones del profesional sobre cómo limpiarse los dientes en casa .