Conseguir los resultados descritos anteriormente es sinónimo de tener que apostar por unos métodos innovadores, que permiten grandes resultados en pocas horas. Hablamos, por ejemplo, del rejuvenecimineto con láser, y de técnicas quirúrgicas como el lifting de cara y cuello, el Lip Lift, el lifting de cejas, la blefaroplastia o la lipofilling. 

Sin duda, el láser rejuvenecimiento facial es una de las técnicas no invasivas, de rápida recuperación, más eficaces que llevamos a cabo en nuestra clínica. Un tratamiento rejuvenecedor que consigue reducir las arrugas, las cicatrices o las imperfecciones de la piel, mejorando la calidad y la estética de nuestra piel y nuestro rostro. El láser estimula la formación de nuevo colágeno, que aporta textura y tensión a la piel , quedando más tersa y eliminando manchas cutáneas a la vez. 

A través de un láser, el cirujano envía impulsos de luz que eliminan la capa más externa de la piel y estimula la producción de colágeno en la piel que se encuentra debajo. Se lleva a cabo en el quirófano y bajo anestesia tópics o local a veces con sedación. Paso a paso, por cada zona, se va tratando el área y se va tratando esas partes donde los signos de vejez están más presentes. 

También, como hemos comentado anteriormente, se pueden complementar este tratamiento con otros, más centrados en las distintas zonas donde la pérdida de elasticidad y de tono están presentes. 

La blefaroplastia, por ejemplo, es una intervención que consigue corregir las bolsas que pueden aparecer en los párpados, a consecuencia de la relajación del septo que contiene las bolsas de grasa, permitiendo que se hernien,a la vez que elimina el exceso de piel. 

Por otro lado, dentro del ámbito de tratamientos quirúrgicos, el lifting facial, trata tanto  la cara como el cuello. Existen dos tipos: el SMAS o el lifting profundo. El primero consiste en tensar la fascia o membrana que recubre los músculos de la cara y, en el segundo, la intervención consiste en estirar la musculatura de la cara por debajo, a la vez que se recolocan en una posición más alta, tal y como se tenían antes de padecer los efectos del envejecimiento por descenso de las estructuras faciales. Se obtienen así  grandes resultados y sin ninguna cicatriz aparente.