La implantología dental es esa faceta perteneciente al sector de la odontología que se ocupa de todo el estudio de materials dentro o sobre los huesos maxilares para recuperar las funciones masticatorias, fonéticas o estéticas del paciente provocada por la ausencia de piezas dentales.
En la actualidad, los avances en el campo han sido muchos y es posible remmplazar dientes con implantes oseointegrados olvidándonos de los antiguos sitemas de las clásicas prótesis removibles o fijas como los “puentes fijos”. Además, esta rama está siempre en constante evolución por lo que aún veremos más mejoras en esta técnica tan rápida, predecible y mínimamente invasiva.
Ahora bien, existen dos tipos de implantes dentales principalmente que hoy queremos analizar de forma detallada. Nos referimos a los implantes cigomáticos y a los implantes dentales normales ya que todavía muchos de nuestros pacientes creen que son los mismos o directamente, no conocen las diferencias entre unos y otros.
Por un lado, un implante dental es una raíz artificial hecha generalmente de titanio que se coloca en el hueso de la mandíbula para apoyar una o varias piezas dentales que falten y formar una corona o un puente.Se trata por lo tanto de una restauración que preserva y refuerza el hueso con resultados muy naturales.
Este tipo de implantes se consideran la mejor solución del momento porque no tienen las desventajas de las prótesis removivles, se adaptan tanto a la altura como a la anchura de los hueso, proporcionan un aspecto estético ideal, mejora la salud psicológica del paciente, aumenta su estabilidad masticatoria, no se dañan las piezas dentales adyacentes, aumenta la retención de los dientes sportodados por los implantes al ser fijaciones ancladas directamente al hueso y lo más importante: ni lo nota el paciente ni lo notan el resto de personas.
Ahora bien, ¿qué diferencia por lo tanto a un implante dental normal de uno cigomático? Pues bien, el implante cigomático es aquel que se utiliza cuando no existe la presencia del hueso suficiente en el maxilar, impidiendo por lo tanto dar la estabilidad al implante normal que necesita.
Por lo tanto, el cigomático es más largo y se coloca de forma diagonal en el hueso de la mejilla haciendo uso del hueso adicional.
Normalmente esta ausencia de hueso viene marcada por la reabsorción de éste tras una extracción siendo en algunos casos de carácter grave porque impide una rehabilitación mediante una cirugía de elevación de seno maxilar y la remodelación ósea con injerto de hueso siendo necesaria la rehabilitación con este tipo de implantes.
Sus ventajas son muchas por proporciona unos resultados estéticos inmediates ya que esta técnica permite al profesional realizar una carga inmediata del implante en menos de 72 horas. Se trata también de una dentadura fija muy cómoda y segura en la que no se requieren injertos de hueso y se obtienen menos molestias y más calidad de vida para el paciente.
Como desventaja podemos nombrar que su tratamiento puede implicar más tiempo, hasta 6 meses de espera para que el implante quede totalmente osteointegrado antes de la colocación de los dientes sobre los implantes de titanio aunque siempre este período es menor que si se tuiveran que realizar cirugías previas además de que permiten realizar una carga inmediata.
Ahora que ya conoces estos dos tipos de implantes, consulta con nuestros expertos en la Clínica Birbe para que, según tu caso concreto, puedan realizar el tratamiento de implantología dental que mejor se adapte a tus necesidades.