La mejor cirugía para el retroceso excesivo de la mandíbula

Hay personas cuyo mentón se muestra desequilibrado con respecto al resto de facciones porque la mandíbula está retraída, queda “corta”. Esa maloclusión se aprecia sobre todo cuando se ponen de perfil, pues la sobremordida pronunciada hace que los dientes superiores se proyecten hacia delante y la barbilla y el labio inferior queden retraídos.

En cualquier caso, el rostro carece de armonía. Además, la maloclusión puede tener consecuencias negativas serias que van más allá de la simple estética, pero que es posible corregir. La cirugía ortognática resuelve los problemas derivados del retroceso excesivo de la mandíbula o del maxilar superior.

Cómo saber si tienes retroceso excesivo de la mandíbula o del maxilar superior

El retroceso excesivo de la mandíbula, también conocido como retrognatia mandibular, se da cuando la mandíbula está situada más atrás de lo normal en relación con el maxilar superior. Además de una apariencia facial desproporcionada, provoca otros problemas, como una mordida inadecuada aumentando la dificultad para masticar los alimentos. Por otro lado, el retroceso exagerado del maxilar superior o prognatismo implica que el maxilar superior está posicionado demasiado hacia atrás en relación con la mandíbula inferior. Esta mala ubicación provoca una inadecuada alineación de los dientes, dificultades para cerrar del todo los labios y problemas respiratorios.

En ambos casos, el retroceso puede deberse a factores genéticos, lesiones traumáticas, trastornos del crecimiento o desarrollo, o una combinación de estos. Y provoca, entre otras alteraciones, maloclusiones dentales, sobremordida (exceso de solapamiento vertical entre los dientes superiores e inferiores) o submordida (mordida cruzada). Conlleva, así mismo, problemas estéticos en forma de una apariencia facial desequilibrada.

Si sospechas que tienes uno de estos dos retrocesos, lo mejor es que acudas a un especialista, a un cirujano maxilofacial. Sólo una persona experta y con experiencia podrá diagnosticar si es así o no. Para comprobarlo realizará diversas evaluaciones clínicas y radiográficas que determinarán el grado del problema y, en consecuencia, planificará el tratamiento más adecuado para ti. Personalizar es siempre clave, pues cada paciente y cada caso son únicos y la intervención debe ajustarse a esa individualidad.

Antes, durante y después de la cirugía

El tratamiento adecuado para corregir el retroceso excesivo de la mandíbula o del maxilar superior es la cirugía ortognática. Este procedimiento implica la reposición quirúrgica de la mandíbula y/o el maxilar superior en la posición adecuada, mejorando así la función y la estética facial del paciente.

La cirugía ortognática se utiliza para corregir deformidades, tanto en la mandíbula como en el maxilar superior, que pueden causar problemas funcionales y estéticos. Una de las deformidades más habituales es el retroceso excesivo de la mandíbula, que afecta a la masticación, la respiración y, por supuesto, también a la apariencia facial.

En algunos casos, el retroceso se aborda mediante cirugía monomaxilar, que corrige un solo hueso, ya sea maxilar o mandibular. Si, por ejemplo, se trata de un problema del maxilar inferior, se puede practicar una osteotomía mandibular para avanzarlo y alinear los dientes. Este procedimiento puede realizarse a través de incisiones dentro de la boca (osteotomías), lo que minimiza las cicatrices visibles.

Si, por el contrario, se trata de casos más complejos que afectan tanto a la mandíbula como al maxilar superior, la opción suele ser una cirugía ortognática bimaxilar. Ésta corrige simultáneamente ambos huesos maxilares y consigue una oclusión dental adecuada y una armonía facial mejorada. Este procedimiento puede abordar tanto problemas funcionales como estéticos, permitiendo una mejoría significativa en la función masticatoria, la estabilidad de la articulación temporomandibular y la apariencia facial.

Antes de la cirugía ortognática, para la que se aplicará anestesia general, se realiza una evaluación exhaustiva del paciente que incluye análisis facial, dental y radiográfico para planificar el procedimiento de manera precisa. Las osteotomías se realizan cuidadosamente siguiendo de forma estricta el plan establecido y los huesos maxilares se fijan en su nueva posición con placas y tornillos de titanio.

Después de la cirugía, se establece un período de recuperación durante el cual se monitorea de cerca la cicatrización y la adaptación de los tejidos a la nueva situación.

Si quieres solucionar un retroceso excesivo de tu mandíbula o de tu maxilar superior, te ayudaremos. En Clínica Birbe, somos especialistas en cirugía maxilofacial. Puedes llamarnos al +34 932 124 737, enviarnos un whatsApp al +34 626852363 o escribirnos a clinica@birbe.org.

Artículo redactado por el Comité Editorial de Birbe

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